Tengo una obsesiva ilusión por verme hermosa. Me miro al espejo, me pongo de lado para observarme más plana, luego de frente me horroriza ver lo que mide mi contorno de cintura y de espalda no hago más que atrapar michelines a pellizcos.
Debo reconocer que se me han aclarado las manchas de la cara y el cuello que me salieron con el último embarazo, eso me llevaba de los pelos ya que con lo amarilla que estoy por la falta de hierro se notaban como salpicaduras de barro. Lo que sí tengo flamante y de estreno son las estrías de la parte baja del abdomen que eso sinceramente no se quita con ninguna crema, que no me vendan el pato!! Les masajearé y bueno... qué se le va a hacer? Después de un cuarto parto algo debería tener, no?
Ayer me sentí guapa, sí, con 72 kilos GUAPA! Me vestí con otra cosa que no fuera la bata de andar por casa y me puse tacones. Lástima que mi marido no me dijo nada, me habría levantado mucho más la autoestima que después de comenzar una dieta viene estupendamente. Eso me gustaba de mi ex, quizás porque era más detallista o porque es bastante mayor que yo, daba igual, me hacía sentir una reina. Si se iba a algún sitio sin mí me traía un regalito que me recordara que pensaba en mí. Nunca pasó un aniversario por alto, un cumpleaños o una fecha señalada, siempre aunque no tuviéramos dinero venía con algo y me decía que me debía otra cosa mejor. Quién quiere algo mejor al hecho de que te hagan sentir especial? Pues eso falla en mi marido, no es la parte material, es que una postal virtual no cuesta nada y eso tampoco me dedica. No los comparo, para nada, sólo que me gustaría tanto que se diera cuenta que a pesar de tener 36 años sigo sintiéndome decepcionada cuando bajo el árbol navideño hay regalos para él y los niños... y para mí ni carbón!
Uff... ya me está bajando la lagrimita tonta, será la dieta que te pone más sensible? Pues seguiremos lloriqueando pero la dieta no la dejo hasta que me queden perfectos los vaqueros desteñidos talla 38!!