sábado, 11 de julio de 2009

No ver, no escuchar, no sentir...


No sé cómo se puede tirar la vida a la basura, irremediablemente veo a mi padre malgastar la suya entre tanto alcohol e inseguridades que me me parece mentira que sea el mismo que años atrás tenía un trabajo de fábula, muchísimas mujeres suspirando por sus canas y su acento a Sinatra cuando cantaba. En qué momento su existencia dejó de tener sentido?

No creo que nadie planee mandarlo todo al carajo, destruir cada minuto, olvidar a la familia, quién eres y quién fuiste.

Me da terror la idea de que un día me llamen por teléfono o se persone en casa la Guardia Civil para darme la mala noticia o que es preciso que identifique su cuerpo.
En qué parará todo esto?
Estaré haciendo lo correcto como hija manteniéndome al margen, siguiendo con mi vida y la educación de mis cuatro hijos? No siento vergüenza de él, sólo que no quiero que un día en crisis ataque a mis cachorros o a mi marido y ocurra una desgracia, ya me cansé de darle oportunidades, de cuidarlo y hacer por él mucho más de lo que nunca hizo por mí. No quiero que mis niños vean eso, que respiren el olor a gas que se impregna en su habitación, que me pregunten qué sucede, que sufran lo que yo.
Es más fácil tener noticias esporádicamente, y con la venda en los ojos del corazón no ver, no escuchar, no sentir...

1 comentario:

Ana. dijo...

Qué situación más dura. No puedo hacer un comentario ligero sobre este tema, porque el alcoholismo en mi familia rompió muchas cosas e hizo mucho daño. No me es fácil hablar de ello, y siento mucho respeto a quienes sufren algo así.

Las drogas destruyen no sólo a quienes las utilizan. Y es lógico que, llegado al punto, tengas que escoger entre tú y él. Se trata de mera supervivencia. Es institivo alejarse de aquello que nos hace daño. No te sientas culpable. Tú no puedes hacer más; haces lo que él te deja, llegas hasta donde él te lo permite.

Un beso, y mucho ánimo. Siento mucho que te sientas mal.